Juan Carlos Campos, fundador de una de las empresas de relaciones públicas más importantes del país es más que solo la cabeza de una gran compañía. La pasión, el amor e incluso lo que él llama destino, es lo que lo ha llevado hasta donde se encuentra hoy como profesionista y como persona.
Un hombre que acostumbra a usar ropa colorida, su prenda favorita son los tenis y que disfruta de la moda, el diseño y la gastronomía se ha convertido en portavoz de las grandes marcas de la industria de lujo en México, pero Juan Carlos no siempre estuvo en la cima como hoy, pues se ha enfrentado a grandes retos tanto personales como profesionales que lo han construido y llevado al punto en el que está en estos momentos.
LENOM es un espacio disruptivo, en el que puedes encontrar desde un gnomo pintando el dedo hasta un Snoopy en una pequeña silla, libros de moda, pero también un libro que esconde una licorera al abrirlo; estos elementos son los que le dan vida al espacio en el que las ideas que nacen de cada una de las personas del equipo se hacen realidad.
Juan Carlos comparte ADN con su marca y comparte este singular carácter. “LENOM es como el color amarillo, lo que se te viene a la mente cuando piensas en el color amarillo”, comentó al responder sobre la personalidad de la empresa y aunque suene ambiguo, si algo se sabe del color amarillo es que pertenece a los tonos cálidos y se le relaciona con emociones como la felicidad y si algo caracteriza tanto a LENOM como a su líder es esto.
La historia de Juan Carlos en el mundo laboral comienza en su paso por la universidad y desde entonces su ambición por comerse al mundo no ha parado. “A mi yo joven le diría que no tomó una mala decisión, me perdí muchas cosas de la vida universitaria pero no fue una mala elección” y es que el empresario comenzó a trabajar en el medio, específicamente en TV, desde los 19 años para poder pagar su universidad y desde entonces no ha parado.
El trabajo en equipo y la pasión son los conceptos claves según Juan para crear un negocio exitoso o al menos esa es la fórmula que ha utilizado para su empresa y de construir un espacio como LENOM Juan ha aprendido la importancia de saber escuchar, de entender a los otros. Cuando surgió la empresa Juan Carlos lo describe como un momento “accidentado” y no en el mal sentido pues, llegó a sus manos la oportunidad de crear el evento de apertura para Cartier en la calle de Masaryk, evento en el que él y su equipo pusieron su pasión y fue así como nació este ahora tan importante negocio.
“Yo siempre he sido de “tenemos esto” y aunque no conozca al 100 el tema me lanzo, si va conmigo, si me late”, Juan retrata con estas palabras lo importante que es para él tomar riesgos y atreverse a hacer cosas nuevas; saber decir que no cuando es necesario y saber decir que sí, también. Una personalidad audaz que lo llevó a pensar en llevar una pantera al evento de Cartier y así fue, un animal que representa en el imaginario colectivo de la gente audacia y elegancia se convirtió en el momento determinante para Juan Carlos y LENOM.
“Yo le aconsejaría a la gente que no se tome las cosas tan a pecho y que vivan” fue lo que Juan aconsejó para aquellos que están por empezar su vida profesional y es esta misma frase la que describe en totalidad la esencia de este hombre, el ha sabido vivir.
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