De acuerdo con datos de ONU México, por cada 9 delitos sexuales cometidos contra mujeres, hay 1 delito sexual cometido contra hombres. Asimismo, las cifras del INEGI en 2021 muestran que el 70.1% de mujeres entre 15 años y más, han experimentado al menos un incidente de violencia. Y en el año 2022 registró 3 mil 754 muertes de mujeres, es decir, más de 10 mujeres asesinadas al día.
En todo el mundo se habla de erradicar la violencia en contra de mujeres y niñas, incluso forma parte de la agenda 2030 como el objetivo sostenible número 5 pero la realidad que se vive en México es impune e injusta.
Ser mujer es vivir tu día como si fuera el último, por eso, más de 90 mil mujeres marcharon este 8 de marzo informó la Secretaría de Gobierno y la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Sin embargo, los números crecen y en México siguen existiendo personas ajenas al movimiento que busca crear conciencia, igualdad y eliminar cualquier forma de discriminación o violencia contra las mujeres.
Empatizar o tratar de entender las realidades que miles de mujeres viven todos los días puede parecer un trabajo difícil y más si hablamos desde el privilegio de ser hombre, porque aunque todos estemos al alcance del peligro, las cifras muestran que existe un mayor riesgo por una simple cuestión de género.
“Lucho para regresar a casa”, “Somos el grito de las que ya no están”, “Marcho con mi hija para no marchar por ella”, todas estas y más son las razones por las que mujeres deciden alzar la voz y unirse todas ellas por una misma lucha, porque el filósofo Roman Krznaric decía que no es necesario vivir el dolor ajeno para tener humanidad compartida.
Sin embargo, la insensibilidad emocional es lo que le sigue sobrando a muchos mexicanos porque seguir perpetuando con los micromachismos o nublarse de la realidad por su privilegio de ser hombres es el pan de todos los días.
“Ellas lo buscaron”, “esas no son formas”, “mujeres tenían que ser”... son comentarios que se siguen escuchando en cada marcha pero ¿necesitan sentir miedo al regresar a sus casas?, ¿necesitan que maten a alguien que amen? o ¿necesitan privarlos de su libertad para comprender lo que está pasando?
Vivimos en un cortoplacismo frenético y en una tiranía que sigue sin visibilizar las realidades machistas en México, sin respetar los derechos humanos y sembrando miedo en las mujeres.
Pero ya no más, esto es un reclamo para el sistema patriarcal en donde sin importar que el gobierno siga protegiendo monumentos, sin importar que el Estado siga encubriendo violadores y sin importar lo que se tenga que hacer México será feminista.
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